viernes, 18 de noviembre de 2011

Lenguaje en la Esquizofrenia

Por Flgo. Rodrigo Trujillo Manriquez

La capacidad de expresar una idea, manifestar un sentimiento o deseo, relatar un suceso, entablar una conversación o para, simplemente, ‘lenguajear’ (Maturana 1980), depende, entre otras importantes capacidades mentales, de nuestra habilidad para usar el lenguaje. Gracias a él podremos interactuar con los otros, establecer una familia, desarrollar una actividad remunerada, divertirnos y en general actuar como un ente social. El logro de esta habilidad puede explicarse uniéndolo a un conjunto de modificaciones de orden cortical: crecimiento y conectividad de zonas prefrontales (Deacon 1997), sociales: establecimiento y organización en grupos sociales; anatómicas: alineación de eje axial y estructuras orofaciales que posibilitaran la fonación y cognitivas: desarrollo de habilidades mentalistas, mnémicas, de planificación y ejecución Todo este proceso, que Rivière define como el logro de un sistema psicobiológico-social (Riviére 1991) posibilitaría un desarrollo lingüístico acorde con las necesidades comunicativas tanto individuales como sociales del ser humano (Subash 1997). A partir de esto se puede establecer que la habilidad o competencia comunicativa reside en la interrelación de este conjunto de factores, y que cualquier daño, noxa o alteración en uno de ellos podría afectar, en diversos grados, la capacidad comunicativa del individuo (Chapey 2001).


Una alteración en la cual puede de quedar de manifiesto las dificultades de orden comunicativa es la esquizofrenia. Esta enfermedad de orden psiquiátrico, cuyas causas apuntan a uno o más de los factores anteriormente señalados, puede cursar con síntomas a nivel de la producción lingüística que alcanzan, en niveles de mayor gravedad, a una incapacidad o nula intención de comunicación (Toro 1998, Combs, Adams, Penn, Roberts,Tiegreen y Stem 2007, Sergi, Rassovsky, Widmark, Reist, Erhart, Braff, Marder y Green, 2007). Ante esta situación, urge la necesidad de poder abordar esta discapacidad lingüística-comunicativa que evidencia este cuadro. La pregunta es …Dónde comenzar….Para ello los invito a conocer algo respecto a esta patología: La esquizofrenia se define como una enfermedad o un grupo de enfermedades que comprende una desorganización severa del funcionamiento social así como alteraciones características de tipo cognoscitivo, afectivo y del comportamiento (Toro 1998) (Polimeni, Reiss 2003). Esta condición mental, junto con un nivel desorganización de la percepción y configuración de la realidad, que llega incluso a la creación de mundos paralelos, provocan un desajuste socio-familiar, una incapacidad para razonar y manifestar conductas autovalentes y socialmente aceptadas. Todo esto causa, en los casos más severos, la internación definitiva de estos individuos en centros especializados (Kenneth 2004). La primera descripción de la enfermedad fue realizada por el psiquiatra belga A. Morel en 1856. En su libro ‘Tratado de Enfermedades Mentales’, Morel expuso las características conductuales halladas en un grupo de pacientes juveniles, quienes presentaban los siguientes rasgos:

incapacidad de razonamiento, insensibilidad a los fenómenos del mundo exterior y extravagancias en el gesto o en el lenguaje. Posteriormente, en 1896, E. Kraepelin unificó las características anteriormente enunciadas por Morel bajo el concepto de ‘demencia precoz’. En 1913, E. Bleuler acuñó el concepto de ‘esquizofrenia’- basado en la unión de las palabras griegas schizein: dividir y phrem: mente- el cual comenzó a ser utilizado por los especialistas (Modestin, Huber, Satirli, Malti, Hell 2004).
Actualmente, y de acuerdo con los sistemas de clasificación de enfermedades mentales propuestas en el Manual de Enfermedades Mentales (DSM-IV), el diagnóstico psiquiátrico de la esquizofrenia se realiza a partir de 5 ejes fundamentales:

a) Síntomas característicos

El paciente debe presentar al menos dos de las siguientes características durante un mes:
- Ideas delirantes
- Alucinaciones
- Discurso desorganizado
- Comportamiento muy desorganizado
- Signos negativos, ejemplo: aplanamiento afectivo, alogía o abulia

b) Disfuncionalidad social/ocupacional
Las relaciones interpersonales o los autocuidados se sitúan por debajo del nivel habitual observándose, como rasgo personal notorio, la falta de higiene y descuido de la vestimenta.

c) Duración
Los signos continuos del trastorno persisten durante seis meses. Una duración menor a este rango excluye una posibilidad de diagnóstico.

d) Exclusión de un trastorno del ánimo o esquizoafectivo
No deben presentarse trastornos del estado de ánimo, aunque éste puede estar incluido una vez establecida la patología.

e) Exclusión de abuso de drogas o de alguna enfermedad no psiquiátrica que explique su condición.
No debe existir algún abuso en el uso de sustancias alucinógenas. Se recomienda descartar episodios de distorsión de la realidad que pueden estar mediados por la ingesta de dichas sustancias.

Ahora si queremos una aproximación más actual de esta la podemos definir como una severa alteración neurocognitiva que afecta la atención, abstracción, resolución de problemas, aprendizaje y memoria (Heinrichs and Zakzanis, 1998; Fioravanti et al., 2005; Seaton et al., 2001). Se afecta la llamada cognición social, entendiendo por ella como un conjunto de habilidades que son requeridas para la interacción social (Fiske and Taylor, 1991; Ostrum,1984) incluyendo la percepción, interpretación y generación de respuestas necesarias para determinar “las intenciones, disposiciones y conductas de otros (Green et al., 2005, p. 882; Penn et al., 1997).
Ahora la pregunta de rigor es…..qué podemos decir a nivel del lenguaje de estas personas…He aquí algunos hallazgos surgidos a partir del abordaje empírico realizado con ellos:

En relación a la forma del lenguaje:

 Un uso restringido de expresiones lingüísticas, llegando incluso a la ausencia total de expresión
 Uso limitado de conectores, especialmente de tipo subordinante. Lo podríamos definir como un déficit cuantitativo
 Uso inadecuado de conectores. Lo definimos como déficit cualitativo
 Uso de expresiones de carácter neologísticas
 Incapacidad para construir un discurso que resulte coherente: déficit en el manejo de habilidades de topicalización y de progresión temática.



En relación al contenido del lenguaje:
 Dificultad en el acceso lexical
 Asociaciones lexicales aberrantes
 Dificultades en la comprensión de lenguaje no literal y expresiones que demanden mayor participación anémica (semántica figurativa)
 Incapacidad de identificación de incongruencias semánticas
 Dificultades en el establecimiento de relaciones semántico- lexicales
 Bajo nivel de categorización
 Dificultades en tareas de comprensión lectora
 Dificultad en el manejo de conceptos de orden abstracto o que pertenezcan al ámbito valórico.

En relación al uso del lenguaje:
 Uso inadecuado, limitado o nulo de expresiones de orden kinésico, proxémico y paralingüístico
 Presencia de constantes quiebres comunicativos: lingüísticos como no lingüísticos
 Ausencia o uso limitado de normas de cortesía
 Escaso, nulo o exacerbado interés por interactuar (todo ello con patrones que resultan cotidianamente errados)
 Inadecuaciones contextuales

A todo esto debiésemos, además, agregar competencias afectadas en vertientes de orden cognitivas: atención, memoria, teoría de la mente, funciones ejecutivas que permiten configurar un cuadro que pide y demanda intervenciones de aquellos que nos auto designamos TERAPEUTAS DE LA COMUNICACIÓN…..si tú eres uno de ellos….QUÉ ESPERAS…


La Esquizofrenia es el precio que el hombre
debe pagar por el lenguaje”
Crow. 1997.

RODRIGO TRUJILLO MANRÍQUEZ
Licenciado en letras PUC.
Fonoaudiólogo U de Chile.
Magister en Lingüística U de Chile.
Magister en Ciencias cognitivas. U de Chile.

No hay comentarios: